El respeto y aceptación
Cuando un conflicto se presenta es muy importante tener una idea clara de que hay que lograr a toda costa que el conflicto se mantenga de baja intensidad y que se perciba lo mas simple posible, se debe evitar que se complique.
Una de las actitudes que no se deben perder de vista es que siempre se deberá respetar a la personas con quien esta teniendo el conflicto.
RESPETO: El respeto es un valor que permite que el hombre pueda reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos. Es decir, el respeto es el reconocimiento del valor propio y de los derechos de los individuos y de la sociedad.
ACEPTACIÓN: Las personas que practican el valor de la aceptación, son capaces de aceptarse a sí mismos tal y como son. Nunca se ponen defectos ni físicos ni psicológicos, porque están convencidos que son seres humanos con la misma capacidad y atribuciones que todos los demás.
Posiblemente no estemos de acuerdo con los planteamientos de la otra persona o personas con las cuales se esta teniendo un conflicto; pero este conflicto se reducirá significativamente si se desarrolla la capacidad para aceptar que la otra persona tiene derecho a tener su propio punto de vista. Incluso debemos aceptar que tiene derecho a estar equivocado, a pensar de manera distinta y a creer en lo que esa persona considere como importante, aun cuando no coincida con nuestro particular punto de vista.
Una enorme cantidad de conflictos se hubieran evitado si simplemente se hubiese aceptado que las otras personas tiene derecho a pensar de manera diferente a quien sustenta el poder.
Los padres de familia podrían ahorrarse muchísimos problemas si pudieran aceptar que su hijo o hija puede pensar de manera diferente a la de ellos. Desear estudiar una profesión diferente a la que papá y mamá ya habían planeado para sus hijos, aceptar a la novia de su hijo (o el novio de su hija) aun cuando a los padres no les sea simpática esa persona.
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